LA SENDA MENOS TRANSITADA: JUN SE ALZA

Lidon es el único hogar que he conocido... y aun así, siento que no pertenezco a este lugar.

Huyendo de una Tierra moribunda, nuestros antepasados se refugiaron en Centauri, un hogar seguro para la humanidad. Se asentaron aquí, en la luna de Lidon, en el sistema Malakbel. Construyeron un refugio, un mundo del que pudiésemos decir que era nuestro.

Pero yo soy diferente. No encajo. Mi herencia y mi genética particulares me hacen singular. A menudo me encuentro vagando sin compañía, en busca de restos y reliquias que pueda usar como moneda de cambio en los mercados negros y las chatarrerías de este mundo. En esos momentos de tranquilidad, siento que se cierne sobre mí una sombra. Oigo voces, apenas más altas que lo que alcanza a captar el oído. Como si los secretos ancestrales de este mundo interpelaran a la parte de mí que no es exactamente humana.

Lidon no es lugar para mí. Cada noche miro al cielo en busca de mi sitio, de mi propósito, en algún lugar de las estrellas. Siento que mi camino me lleva hacia los Itinerantes, esos valientes que encabezan la lucha por la salvación de la humanidad. Como mi padre.

Dicen que Orion Aslan fue un Itinerante muy prolífico, que dirigió incontables expediciones a decenas de sistemas estelares en el siglo que duró su reinado. Por viajar al borde de la velocidad de la luz, se mantuvo joven por siempre: un líder dinámico y heroico para el pueblo de Lidon.

Lideró con valentía la lucha de la humanidad contra los Celestials, las poderosas civilizaciones alienígenas que colonizaron el Cúmulo mucho antes de que llegaran nuestras naves Arca. Su tecnología supera la nuestra ampliamente, pero a pesar de tenerlo todo en contra, Orion supo resistir y fue nuestro paladín contra ellos. Hasta que un día no volvió.

Apenas era un bebé cuando salió a su último Éxodo; no tengo recuerdos de Orion. Lo único que sé de mi padre son las historias y leyendas que cuentan de él. Me pregunto a menudo qué fue de él. Qué suerte pudo correr. Qué suerte correré yo.

Ansío descubrir lo que se oculta entre las estrellas. ¿Estarán ahí las respuestas que busco? ¿Los secretos que me ayudarían a comprender mejor mis capacidades y la firme certeza de que mi destino es... trascendente?

El próximo paso que dé podría ser el último, pero no tengo miedo. Acepto la posibilidad de que mi destino es más que esto..., pero antes necesito saber quién soy.

MÁS INFORMACIÓN: EL ITINERANTE